martes, 19 de diciembre de 2017

Chile. Trabajadores del Gas hacen efectiva huelga histórica

Andrés Figueroa Cornejo 

Pasados los cinco días de “buenos oficios” o “conciliación” entre los empleados y la gerencia de Recursos Humanos, la Asamblea del Sindicato Interempresa Gasco GLP (Gas Licuado de Petróleo) resolvió hacer efectiva la huelga frente a la nula oferta de la empresa. Al parecer, el “efecto Piñera” ya muestra su dentadura antilaboral.
Los trabajadores en huelga se encuentran ahora concentrados en el edificio corporativo de Gasco, ubicado en la calle Santo Domingo 1061, Santiago-Centro.

Por primera vez en los 161 años de existencia de Gasco, la principal comercializadora de gas de Chile, los trabajadores de esa empresa hicieron efectiva la huelga.
El pasado 7 de diciembre los asalariados rechazaron casi por un 100 % la impresentable propuesta de la compañía que se limitó a poner al día la inflación o Índice de Precios al Consumidor (IPC), correspondiente a un 0,7 % real, según el Instituto Nacional de Estadísticas.

Luego de aprobar la voluntad de huelga, de acuerdo a la legislación del país, una de las partes puede solicitar a la Dirección del Trabajo los llamados “buenos oficios”. Ellos consisten en un período de intento de conciliación de cinco días hábiles. En este caso fue la empresa la que los pidió a primera hora del lunes 10 de diciembre. Sin embargo, los “buenos oficios” no se utilizaron para mejorar la poca y ninguna oferta original, sino que para dilatar el proceso de movilización concreta de los empleados.

Y, posiblemente, para esperar a conocer los resultados electorales del reciente balotaje presidencial del 17 de diciembre, que entregó un segundo mandato en La Moneda al derechista multimillonario Sebastián Piñera. Por eso no es extraño que la última propuesta de la firma gasífera fuera igual a nada. Sobre todo si se considera que el asesor legal de la compañía es el ex Subsecretario del Trabajo de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet durante los años 1983-84, el abogado Ricardo Canales Undurraga; y que el gerente de Recursos Humanos, Carlos Wulf Le May, fue funcionario de confianza del primer gobierno de Piñera.

“Ganaremos, por muy sencillos que seamos”

En estos momentos los trabajadores en huelga están concentrados en las afueras del edificio corporativo de Gasco, en la calle Santo Domingo 1061, Santiago-Centro.
Mientras se escribe la presente nota, con programada antelación la empresa ha cometido una serie de prácticas antisindicales con el fin de atemorizar a los trabajadores, sin éxito. Entre otras acciones, despidió el mismo día de la votación de la huelga a casi 30 empleados, mantiene sin salario a la presidenta del sindicato, Solange Bustos, desde hace tres meses; y, violentando la reforma laboral, ya está reemplazando ilegalmente a empleados en huelga.

En la asamblea que resolvió efectivizar la huelga hoy martes 19 de diciembre, uno de los trabajadores manifestó que, “aunque sabemos que enfrentamos los intereses de una minoría muy poderosa, cada uno de nosotros también sabe que nuestra lucha es justa. Si tenemos convicción y unidad, ganaremos, por muy sencillos que seamos. La empresa, que sólo nos mira como números o gente desechable, verá cómo nos hacemos gigantes en la huelga”.

Contacto dirigentes: +56 9 7764 7045 / +56 9 4438 9828

domingo, 17 de diciembre de 2017

Chile. Gana abstención y Piñera es presidente

Andrés Figueroa Cornejo 

Nuevamente triunfó la abstención en las elecciones presidenciales 2017 con más de un 50 % de personas habilitadas para sufragar que no lo hicieron. Chile reafirma su liderazgo de menor participación electoral en América Latina, y segundo en el mundo luego de Madagascar.

De acuerdo al último informe emitido por el Servicio Electoral de Chile, Servel, escrutado el 92 % de los votos, sólo 6.325.858 de un universo de 14.308.151, sufragaron. Esto es, un 44 %. De la minoría que votó, un 54.5 % se inclinó por el candidato liberal ortodoxo en lo económico y ultra conservador en el campo 'valórico', y ya presidente en el período 2010-2014, Sebastián Piñera Echeñique. Sólo un 45.5 % de la minoría lo hizo por el candidato de Nueva Mayoría (ex Concertación), Alejandro Guillier Álvarez.

Sebastián Piñera, hermano de José Piñera, uno de los más acérrimos colaboradores civiles de la tiranía de Augusto Pinochet, no solamente es uno de los individuos más ricos de Chile y el planeta (con una fortuna 'oficial y legalizada' cifrada en más de 2 mil millones de dólares, según la revista Forbes), sino que se encuentra directamente comprometido con delitos de corrupción bancaria, financiera, dineros en paraísos fiscales y colusión corporativa, entre otros ilícitos.

Republicanos y demócratas

El Estado chileno, vanguardia y ejemplo capitalista mundial de las estrategias políticas antipopulares, de los llamados ajustes estructurales y de la guerra en contra de cualquier opresión social organizada que se exprese como disidencia activa, cuenta con un sistema político institucional similar al de los EEUU de Norteamérica. En otras palabras, Sebastián Piñera encarna al Partido Republicano, mientras que Alejandro Guillier, el social liberalismo del Partido Demócrata. Un duopolio de matices invisibles que ha administrado y profundizado los intereses y la dictadura del capital desde el 11 de septiembre de 1973, siendo continuidad intensificada desde 1990 de las transformaciones orgánicas impuestas mediante la violencia criminal de la tiranía pinochetista a lo largo de sus 17 años.

El problema no es la votación voluntaria

Llamada casta o clase política (por su impermeabilidad y constitución estructural como grupo de interés específico), una y otra componenda en el Ejecutivo, aparentando 'cambios' a los que muy pocos dan crédito, se han turnado para beneficio del capital sobre todo en sus momentos financieros y extractivistas. Humanidad y naturaleza, explotación y expoliación, son las dimensiones que han pagado los costos de una lucha feroz y sin tregua ante los intereses de las y los trabajadores y los pueblos (mestizos e indígenas).

En Chile no se trata únicamente de la hegemonía, aún sin contrapesos, de un régimen nepotista e incestuoso. Los asalariados y populares del país deben hacer frente a un tutelaje civilizatorio que ha convertido todas las relaciones sociales en valor de cambio y mercancía. Asimismo, en el país se presentan desde las más brutales hasta las más sofisticadas formas y estrategias de alienación y disciplinamiento social. Esto es, la reproducción simbólica incesante de la espectacularización y el fetiche de la mercancía, manifestadas en las familias, los colegios, el trabajo, los medios masivos de comunicación, las tecnologías, el modo de la organización urbanística, la relación campo / ciudad, la deidificación de la propiedad privada, y la cultura en general.

Por la mañana del 17 de diciembre de 2017, antes de conocerse el resultado electoral, la actual presidenta Michelle Bachelet, quien debe abandonar La Moneda en marzo de 2018, señaló estar arrepentida de haber aprobado el voto voluntario y la inscripción automática. Nuevamente la derrota de la Nueva mayoría sería responsabilidad "del sillón de don Otto". Bachelet para intentar explicar la crisis de la democracia representativa y antipopular chilena, sólo establece como variable determinante la implementación del voto voluntario y la inscripción automática. O sea, tal cual las consideraciones clásicas de la oligarquía histórica de Chile, la inmensa mayoría de la sociedad es catalogada como “inmadura e ignorante” a la hora de votar por los mismos candidatos y programas desde hace 27 años, impuestos por arriba y sin ninguna participación popular. Bachelet no quiere reconocer que los pueblos en Chile simplemente no van a votar porque después de cada elección no cambia en nada su vida concreta. Y tampoco la mandataria da cuenta del fenómeno de la corrupción que recorre prácticamente todas las instituciones del país. Al parecer, a Bachelet sólo le molesta “lo feo que se ve” Chile ante el contexto internacional.

En fin. Mientras se escribe atropelladamente la presente nota, para las y los empobrecidos, los asalariados, la autodenominada "clase media", los endeudados, los indígenas, las antipatriarcales, los jóvenes sin porvenir, el ambientalismo consecuente, la vejez en la miseria, la disidencia sexual y los pueblos sin derechos sociales que habitan Chile, tendremos que continuar bregando, como desde hace tanto, para volvernos una sola mano. Porque la mano reunida es la condición necesaria del puño blindado capaz de destruir el zapato del amo y superar un modo de existencia inhumano.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Chile. Trabajadores del gas se van a la huelga con un 97 % de aprobación para luchar

Andrés Figueroa Cornejo 

Por primera vez en los 161 años de existencia de Gasco que los empleados toman la principal medida de fuerza con que cuentan los asalariados del mundo para conquistar sus derechos. Por su parte, la empresa utiliza una batería de prácticas antisindicales para atemorizar sin éxito a los trabajadores, entre ellas, el despido masivo.

El viernes 7 de diciembre, históricamente, un 97 % de las trabajadoras y trabajadores de la principal empresa de gas que opera en Chile, Gasco GLP (Gas Licuado de Petróleo), aprobó la huelga y rechazó la última oferta de la firma. Es primera vez en los 161 años de vida de la compañía que los asalariados toman la decisión de recurrir a la única herramienta con la que cuentan para mejorar su magro salario y las condiciones laborales en las que se desempeñan, toda vez que la oferta empresarial se limitó a la puesta al día de la inflación oficial (0,7 %).

La inflación o Índice de Precios al Consumidor (IPC) consiste en una encuesta que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la variación mensual de precios de una canasta de productos y servicios. Sin embargo, en la realidad el IPC no da cuenta del alza constante del costo de la vida, y menos se refleja en el precio de los salarios. Esta es una de las causas por las cuales la población chilena es la más endeudada y morosa de América Latina. Como al trabajador no le alcanza para llegar a fin de mes, entonces se ve obligado a endeudarse con el sistema financiero para adquirir los bienes de primera necesidad, como la alimentación, el transporte, la salud, la vivienda y la educación.

Siempre hay una primera vez

En sus 161 años de existencia, el grupo Pérez-Cruz, propietario de Gasco GLP, jamás había enfrentado una huelga, hoy resultado de la disconformidad y el hartazgo de los empleados ante los bajos salarios. Si bien la firma es la número uno en el rubro de la industria gasífera en el país andino, existe una poderosa competencia que puede sacar dividendos del conflicto. Por otra parte, Gasco GLP, según su propia contabilidad, obtuvo en el 2016 un EBITDA, o utilidades que quedan “para el bolsillo”, de $ 8.348.000.000 de pesos (13 millones de dólares). Pero para los trabajadores, “no alcanza”.

El castigo empresarial sólo ha fortalecido a los trabajadores

El proceso de negociación entre el sindicato y Gasco GLP ha estado marcado por las represalias en contra de los empleados. El mismo día en que el sindicato celebró la asamblea para dar a conocer la última oferta ofrecida, la empresa despidió a casi 30 trabajadores con el claro objetivo de amedrentar a los socios de la organización. Fue así que el 6 de diciembre pasado, la gerencia de Recursos Humanos de una de las reparticiones de la compañía, “llevó engañados a una supuesta ‘reunión de trabajo’ a los funcionarios. Pero la ‘reunión de trabajo’ no fue más que una trampa antisindical. Uno por uno los trabajadores, que obtienen por su trabajo el sueldo mínimo (413 dólares), debieron encarar a un irregular equipo empresarial, donde se les notificó en ese mismo instante que estaban despedidos y que debían firmar el finiquito. Sin acordarlo previamente, los empleados no firmaron nada y junto a la directiva sindical acudieron a la Inspección del Trabajo a entablar una demanda colectiva en contra de la empresa”. El personal despedido luego de cinco años de trabajo, acusó a la firma de la vulneración de sus derechos mínimos, “de abuso de poder y de atropello a la dignidad y respeto que nos merecemos como personas”. Una de las trabajadoras resumió el hecho, indicando que “fuimos tratadas como un grupo de corderitos camino al matadero”.

No obstante, los socios del sindicato en vez de atemorizarse por la acción de la empresa, cobraron más coraje y decisión de luchar por sus derechos. “Si la empresa nos quería meter miedo con los despidos de los compañeros, le salió el tiro por la culata. Ahora conocemos mejor con qué tipo de gente tratamos. Y también sabemos cuánto más valor tiene nuestra condición humana y de trabajadores comparado con su violencia y crueldad”, expresó uno de los empleados con más de una década vendiendo su fuerza de trabajo a la gasífera.

Como si fuera poco, y a modo de castigo, la firma no ha cancelado el sueldo de la presidenta del sindicato, Solange Bustos, desde hace tres meses.

Con estas conductas, la empresa no ha logrado más que acumular demandas legales por prácticas antisindicales en los Tribunales del Trabajo.

De todos modos, no resulta extraño el comportamiento de la compañía, toda vez que el principal asesor legal de la empresa, el abogado Ricardo Canales Undurraga, fue Subsecretario del Ministerio del Trabajo y Previsión Social entre 1983 -84, en plena dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Todo por ganar

La votación de prácticamente el 100 % de los socios del sindicato a favor de la huelga histórica en Gasco GLP, de acuerdo a la ley laboral chilena, debe ser refrendada legalmente por la Dirección del Trabajo el 11 de diciembre. Si la empresa no solicita “los buenos oficios” para ofrecer aumentos salariales y mejores condiciones laborales al sindicato, los trabajadores pueden efectivizar la huelga inmediatamente.

Contacto dirigentes: +56 9 7764 7045 / +56 9 4438 9828