domingo, 17 de octubre de 2010

Precio del dólar acentúa dependencia económica de Chile


· Un dólar vale cada vez menos pesos. Es decir, el peso se fortalece, aumentan las inversiones financieras extranjeras y pierde la industria exportadora, principalmente frutícola, que no tiene cómo competir en esas condiciones. Las micro, pequeñas y medianas empresas cuya producción se destaca al mercado interno sufren con mayor dramatismo una política monetaria que beneficia las importaciones, el sistema financiero y condena a la economía chilena a los vaivenes de la demanda externa de cobre.


Por Andrés Figueroa Cornejo


El fortalecimiento del peso en relación al debilitamiento mundial del dólar –todavía divisa principal a escala internacional- comporta un conjunto de efectos económicos en Chile que, por un lado, benefician al sector financiero y comercial importador (áreas eminentemente especulativas) y, por otro, dañan las exportaciones, esencialmente frutícolas y provenientes de la agroindustria, tanto como a las micro, pequeñas y medianas empresas que producen para el mercado interno y que son donde trabaja más de un 70 % de la población. Los agroexportadores solicitaron al Banco Central que intervenga el mercado. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, descartó ese tipo de medidas.

El Banco Central es un organismo autónomo de los gobiernos turno (con el objetivo de cautelar las políticas centrales de los organismos tutelares como el FMI), con la finalidad de controlar la inflación, estabilizar la moneda y ocuparse del funcionamiento de los pagos internos y externos en Chile. Para ello tiene diversas atribuciones en materias monetarias, financieras, crediticias y de cambios internacionales.


CAUSAS Y EFECTOS


La apreciación del peso (en la actualidad está a alrededor de 480 por dólar, cuando en diciembre de 2008 se encontraba en los 660 pesos), según el economista y director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), Hugo Fazio, “No es un proceso exclusivo de Chile y se da por razones internacionales. Una comercial, porque las materias primas están atravesando una bonanza debido a sus altos requerimientos y los países de América del Sur son exportadores de recursos primarios”.


En el caso de Chile, Fazio ilustra que “el cobre tiene un precio que es el mayor de todos estos años, incluso superior al sostenido durante el “boom” de su precio en 2006 y 2008”. Lo anterior se ofrece en un contexto donde el dólar ha perdido valor debido a la crisis por la que transita en la actualidad. Asimismo, el precio del metal rojo, en sus proyecciones, dependerá del curso de la economía de los países que son demandantes de cobre, sobre todo de China, uno de los gigantes emergentes.


La otra explicación de la reevaluación del peso “tiene que ver con el flujo de capitales financieros desde los países centrales a Suramérica, y se origina por el diferencial de la tasa de interés, que en los países desarrollados es igual a 0 o a 1, mientras que en América de Sur es más alto”, dice Fazio. Esto es, el capital financiero busca refugio en economías distintas a las que padecen con mayor dramatismo los azotes de la crisis, y por otro lado, le otorgan mayores rentas en el menos plazo posible. Al respecto, el director de CENDA informa que si bien, “en particular en Chile, no es tan alto el diferencial de las tasas de interés, paulatinamente va subiendo, generando expectativas afuera”, y añade que “La inversión de capitales extranjeros en el corto plazo, produce crecimiento económico, pero con la consecuencia de que se reevalúa la moneda local. En los casos de Brasil, Colombia y Perú, ellos tratan de amortiguar este hecho, adoptando políticas para limitar el ingreso de capitales financieros, a través de acciones arancelarias. Sin embargo, Chile en particular no ha tomado ninguna medida, salvo operar sobre las expectativas de los inversionistas, como cuando Piñera afirmó que había que coordinar algunos aspectos sobre política monetaria con el Banco Central. Pero es un efecto momentáneo”


En rigor, lo que ocurre es que Chile se ubica en una mala posición incluso en la Región, porque un peso muy fuerte, “hace perder competitividad a los productos chilenos en el mercado internacional, mientras, por otro lado, se abaratan los productos extranjeros”, argumenta Hugo Fazio.


-¿Quiénes son los más dañados frente a esta situación cambiaria?


“Aquí hay sectores claramente afectados. Se trata de la industria exportadora más poderosa y organizada, y con mayor posicionamiento mediático y capacidad de presión sobre el gobierno y el Estado. Si en un momento el dólar está en 600 pesos y en otro en 470 pesos, los niveles de ingreso son muy diferentes. Pero hay otro sector, igualmente importante, pero que tiene menos audiencia y fuerza en la cosa pública. Se trata de las pequeñas y medianas empresas que compiten con los productos importados. Y ellos no pueden competir en el marco de una economía abierta donde los productos importados entran a Chile sin pagar prácticamente ningún arancel. Por eso todo el discurso oficial de políticas pro pymes no resultan efectivas. Las medidas son marginales. Si no pueden competir en el mercado exterior, ¿Cómo contratar más gente y pagar mejores salarios? Yo creo que estamos en un punto límite. De este modo se deforma la estructura económica del país, volviendo a Chile cada vez más dependiente de los pocos recursos primarios que tenemos.”


Para el economista y académico, Claudio Lara, la apreciación del peso frente al dólar “se debe a que en Chile se emplea una política dirigida a acentuar el modelo exportador, donde el principal tema es el financiero. Esto se traduce en que la apreciación del peso estaría fortaleciendo al capital financiero y abaratando el endeudamiento de los capitales que tienen deuda externa. Por otra parte, la apreciación del peso está afectando negativamente a sectores exportadores no asociados al cobre, y ello impacta, destruyendo empleo. Esto es clave. Otra cosa es que aumenta la inestabilidad de las empresas chilenas en el mercado internacional. Ello explica el alto nivel de rotación laboral con enormes y nefastas repercusiones para los trabajadores.”


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