jueves, 20 de septiembre de 2007

¿ Quién es Núcleo Político Oveja Negra?


OVEJA NEGRA Y NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO (SÍNTESIS)

Yo tuve un hermano.
No nos vimos nuncapero no importaba.
Yo tuve un hermano que iba por los montesmientras yo dormía.Lo quise a mi modo, le tomé su vozlibre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra.No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.
Julio Cortázar

El planeta vive un período caracterizado por la globalización del capital y el dominio de las grandes corporaciones trasnacionales, sin contrapesos relevantes desde la caída de los llamados “socialismos reales”. Los imperialismos, en tanto, estadio superior del capitalismo, se despliegan, imponen la división mundial del trabajo, donde el norte manda y el sur obedece, y comportan un poderío que norma y organiza sus intereses desde el FMI, el Banco Mundial y la OMC , situando a los estados nacionales como simples administradores de sus privilegios y movimientos.

1. Durante la dictadura pinochetista –sincrónicamente con la Inglaterra de Tatcher y USA de Reagan- en Chile se impusieron en condiciones inmejorables para la burguesía, las tesis centrales del neoliberalismo, expresión radicalizada del capital sobre el trabajo.
2. El neoliberalismo, en general, significa la mercantilización total de las relaciones sociales y el conjunto de ámbitos sociales, políticos, culturales y privados. El predominio absoluto de la mercancía –fetiche irreductible del capitalismo- como unidad esencial del quehacer humano, en la actualidad, pone en riesgo la sobrevivencia ecológica del planeta, consolida las desigualdades estructurales en el mundo, jibariza los estados nacionales, convirtiéndolos en el puro ejército defensivo del capital y las burguesías y manteniendo una burocracia y gasto social mínimo suficiente para evitar conflictos de clase que hagan peligrar las bases del modelo. En otros planos, el neoliberalismo, también significa la hiper concentración de la propiedad en una minoría privilegiada, el control pleno de los medios de comunicación de mayor impacto persuasivo, la privatización de los derechos sociales básicos y la precarización del empleo. En Chile, las piezas claves del patrón de acumulación neoliberal se padece de manera nítida. Son ejemplos sonoros las desigualdades estructurales en el mundo educacional, y la hegemonía del trabajo precarizado a través del subcontrato y el trabajo transitorio y eventual, entre otros.
3. La lucha amplia del pueblo contra la dictadura pinochetista desplegada en los 80 fue finalmente capitalizada por la llamada “oposición democrática” de la época, compuesta, en gran parte, por los mismos dirigentes políticos que colaboraron en la creación de las condiciones para el golpe de Estado de 1973, más un sector importante de la izquierda socialista, impregnada del eurocomunismo –hoy inexistente-, y la capitulación de la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo. La salida de los militares fue la táctica impulsada desde el Pentágono –para abortar la eventual radicalización de la lucha antidictatorial- mediante un pacto interburgués que, en concreto, repuso las elecciones generales, las libertades civiles y judicializó simbólicamente los casos más graves de la represión militar. En un contexto de democracia anti popular, burguesa, y alambrada por la constitución pinochetista, la clase en el poder se abrió a los mercados mundiales a través de tratados de libre comercio, facilitó la trasnacionalización de la economía, y mantuvo intacto el modelo económico y social inaugurado por el pinochetismo. En el ámbito político social, la Concertación desmanteló las organizaciones populares y colaboró estratégicamente en la refrigeración de la lucha de clases y la destrucción de los destacamentos populares más avanzados del pueblo organizado.
4. Ante el profundo reflujo de la lucha popular, la izquierda se acuarteló en espacios de resistencia caracterizados por la diáspora de las orgánicas del pueblo. Se derrumbaron y desrumbaron los proyectos revolucionarios construidos durante la dictadura. Por abajo surgieron colectivos limitados en sus localidades, temáticas y sectores, y por arriba se consolidó el sistema político binominal y la refundación de una democracia burguesa sustantivamente más limitada que la anterior al golpe del 73. Los 90 estuvieron marcados por la descomposición, cooptación y desconfiguración de las rémoras de la izquierda revolucionaria o más consecuentemente anti sistémica.
5. Con la gran marcha antiimperialista contra la APEC ; el masivo funeral de la dirigente comunista Gladis Marín; el amplio movimiento de los estudiantes secundarios y los deudores habitacionales; la reactivación de huelgas sindicales de envergadura en sectores asociados a los polos estratégicos de la producción (cobre, forestales y petróleo) por un lado, y la paulatina reagrupación de parte del archipiélago de las izquierdas anti neoliberales por otro, parece inaugurarse con timidez, un nuevo ciclo de luchas sociales.
6. Es en este contexto que surge Oveja Negra, la cual se nutre de las fuentes ideológicas provenientes del materialismo histórico y dialéctico, y los aportes novísimos de las experiencias liberadoras del Continente. Su horizonte original tiene que ver con la formación de un compacto de articuladores y militantes de la unidad de los populares y las izquierdas, desde una perspectiva de clase, protagonismo popular, vocación de poder y la convicción de la urgente síntesis y superación de las experiencias, políticas, orgánicas y estéticas de las organizaciones revolucionarias anteriores. Luego de un período signado por la construcción de convergencias políticas, intentos de formulación de instrumentos políticos populares y visibilizaciones públicas bajo la consigna “De la Memoria al Poder”, el activo rebelde decidió aminorar estos ejercicios y entregarse a la construcción de fuerza propia, empeñándose paralelamente y en un solo movimiento de dos líneas, a la vinculación y coordinación con otras fuerzas hermanas y amigas. Sólo se pone el acento orgánico y político en la intervención concreta en ámbitos del pueblo con algún nivel de organización y que se evalúen como actores sustantivos en el horizonte táctico y estratégico convenido.
7. La estrategia de Oveja Negra es aportar a la construcción de la fuerza social revolucionaria, compartida, popular, rebelde y socialista que está mandatada históricamente a transformar radicalmente el actual orden de cosas, y establecer el gobierno de los trabajadores y el pueblo en Chile, camino a una sociedad comunista.
8. En términos tácticos, Oveja Negra persigue la formulación de un Movimiento por la Unidad del Pueblo, que de manera dinámica, desigual y combinada; frontal y rebelde contra el poder amañado por la burguesía, y compuesto por el conjunto de organizaciones, actores y sujetos populares que desde la independencia de clase y con vocación de poder, sea capaz de intervenir de manera protagónica en procesos concretos de lucha de clases. El movimiento se fundará, expresará, crecerá y madurará de acuerdo a las peleas auténticas que enfrente contra el poder. Tendrá carácter de masas, será mestizo, plural y democrático en sus coordenadas de convivencia, acentuando la unidad en la acción durante un primer período y determinado por su capacidad de lucha, tonelaje político y condiciones objetivas del país.
9. Los primeros pasos del Movimiento -donde Oveja Negra se han planteado en torno a la formulación, desde abajo, de los aspectos medulares de lo que mañana será el Proyecto y Programa del Pueblo. Es decir, el diseño democrático, participativo y popular de un análisis coherente de la realidad concreta de Chile, las piezas nucleares de un Proyecto de clase capaz de orientar articuladamente y desde el socialismo la fuerza que dispute el poder contra la burguesía; y el conjunto de medidas, mínimas y máximas que atraigan, constelen y sean materia de objetivos concretos de la realización del socialismo en Chile.
10. El momento actual nos impone, desde la táctica adoptada, grandes tareas en orden a generar los espacios político sociales que comiencen a deletrear el Programa Popular a través de la definición participativa de las demandas más adecuadas para la lucha actual; esfuerzos de propaganda que agiten, configuren y proyecten los alcances y pretensiones de la fuerza acumulada; y una organización básica, horizontal y democrática, que facilite la unidad en la acción de los actores reunidos en los momentos primigenios del Movimiento por la Unidad del Pueblo.
11. Oveja Negra es un núcleo político social de inspiración revolucionaria. Su lugar en el mapa político del Chile actual, nos ubica en los márgenes exteriores del sistema de partidos políticos. Distante del reformismo –caracterizado por la lucha paulatina y las modificaciones etapistas del capitalismo, mediante la colaboración de clases y un proyecto político que no define con claridad los modos y objetivos de la toma concreta del poder y el establecimiento de un gobierno de los trabajadores y el pueblo-, por una parte, y del aventurerismo militarista, sectario, descontextualizado y sin pueblo, por otra. Esto no significa por principio, la negación a las relaciones tácticas con sectores del pueblo organizados por el reformismo, ni la combinación necesaria de las luchas legales e ilegales. Estos y otros eventos políticos deben subordinarse a los objetivos tácticos y estratégicos generalizados más arriba. Oveja Negra, como parte del motor del Movimiento por la Unidad del Pueblo debe obrar con flexibilidad, adecuándose a la vida real y estadios concretos de las organizaciones populares, sin olvidar jamás que la resolución de los conflictos de clase demandan una serie de condiciones, tanto propias, como de contexto, insalvables para la prosperidad del socialismo en Chile. Ellas tienen que ver con los recursos y procedimientos materiales que demanda la lucha contra la burguesía, y la necesaria construcción de fuerzas amplia, y proyecto político desde y para el pueblo.
12. Con argumentos ligados al llamado ‘posibilismo o realismo político’, lo más probable es que durante un período indefinido nuestra forma, discurso y lucha sean incomprendidas por muchos sectores políticos y sociales, con los cuales, obligatoriamente tenemos que transitar durante diversos tramos del proceso de construcción de fuerzas revolucionarias. Más acá del enemigo central del pueblo, serán destacamentos y organizaciones de retórica e incluso quehacer anti neoliberal, quienes, cuando nuestro empeño fructifique, nos provocarán grandes dolores de cabeza y serán obstáculos para los objetivos trazados. El impacto de esta práctica histórica del reformismo tendrá efectos diametralmente proporcionales a la envergadura de fuerzas que logremos constelar durante la pelea dura. La cuestión aquí es no desconcentrarse y confundir los objetivos. Sólo la claridad, consecuencia y ética insobornable en los hechos, coherencia en los análisis y la formulación de la fuerza en torno a un proyecto popular, democráticamente construido y alternativa real de poder, son garantía para superar los escollos que nos depara el futuro.

Núcleo Político Oveja Negra
De la Memoria al Poder

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